miércoles, 3 de agosto de 2011

Conclusiones sobre la crisis del Cuerno

El verano me indigna; gracias a él tengo la oportunidad de "disfrutar" de algún programita de Telecinco, de esos que suben el share y llenan el bolsillo de la cadena, también me ha brindado la oportunidad de tener tiempo para informarme un poco mejor que antes de lo que ocurre en el mundo, que suelen ser desgracias, especialmente en este mes de Julio, que hemos dejado hace unos días, no han cesado de ocurrir una tras otra, las más recientes: la amenaza de quiebra de los EE. UU. y la que peores consecuencias tiene, la crisis alimentaria que afecta a millones de personas en la zona llamada el Cuerno de África (este artículo que os puede poner un poco al "día" es de hace un mes, y hasta hace poco menos de una semana apenas nadie había escuchado hablar de tal situación, esto da a entender como los medios televisivos dan la importancia que ellos creen que merece cada cosa en función de SUS INTERESES, principalmente económicos).

La pregunta ahora puede ser respecto a la crisis del Cuerno: ¿Hay esperanza?, teniendo en cuenta que los países más desarrollados están sufriendo crisis que les provocan deudas que habrá que sufragar en años, la esperanza es débil, ya que la gente no sólo del Cuerno sino cualquiera que esté al límite no tiene el lujo de vivir los años que nos quedan a nosotros por pagar las deudas. Si le sumamos que estos países ricos en épocas de bonanza no han movido ni medio dedo por prestar ayuda a los subdesarrollados, entonces podemos pensar que hasta que no se les ocurriera robarnos los recursos para cambiar las tornas no tendrían cierta estabilidad, y una vez que se hubieran encontrado en esa estabilidad, ¿por qué habrían de ayudarnos?, si esta situación se diera seguramente tampoco nos rescatarían, igual que nosotros les negamos, ellos lo harían de la misma manera, en todo caso posiblemente tendrían ellos más probabilidades de ayudarnos ellos a nosotros que como viene sucediendo. Volviendo a la realidad, lo que sí es cierto es que esta situación que nuestros hermanos africanos están sufriendo era inevitable, ya que no tenían nada a lo que atenerse, sin embargo si nosotros nos encontrásemos en su lugar contaríamos con recursos suficientes para salir adelante y en ningún caso hablaríamos de millones de muertos.

Antes no me he expresado bien, pido perdón, lo que me indigna no es el Verano, sino que en éste se haya dado más valor a casi 90 vidas occidentales que ha miles de vidas africanas que mueren diariamente por nuestra culpa.

Gracias por vuestro tiempo, espero que seáis felices. Os dejo un vídeo que he preparado en homenaje a los damnificados en África, es un poema de amor, pero destinado a ellos; en él aparece un número de cuenta por el que podemos colaborar:


"Dichosos los que sufren, porque ellos serán consolados" (Mt 5, 5)